Desde que vi esta película el año 2010, he esperado que llegue a nuestro país el libro: The Architecture of happiness, de Alain de Botton, al cual hacen alusión. Sigo hasta el día de hoy buscándolo en cada librería que cruza mi camino. Por ahora, quiero recomendar, citar y reflexionar brevemente sobre esta película; comedia romántica moderna, donde el desamor es el gran final feliz, que si bien poco tiene que ver en su trama con la Arquitectura dura, el hincapié lo haré en su protagonista, un Arquitecto perdido en las garras de un amor virtual. Y digo virtual, pues es un amor ficticio, un amor irreal, un amor que no existe como tal, un amor que sólo el ha podido interpretar... y erróneamente por cierto.
Lo que me parece pertinente mencionar aquí, es que gracias a esta película, comprendí que la arquitectura no se limita sólo a la creación de espacios físicos, sino que también podemos encontrar una arquitectura en un sin fin de otros espacios, espacios intangibles y sensoriales, tales como el caso de la música, las relaciones socioafectivas, procesos mentales, biología, anatomía, psicología, variadas artes y formas de expresión, y todo aquello que requiera en su composición de un cierto orden lógico de acción y reacción -Qué, Por/Para qué-.
“La incapacidad de algunos arquitectos para crear ambientes adecuados refleja la misma incapacidad nuestra para encontrar la felicidad que tenemos en otros ámbitos de la vida. En el fondo, la mala arquitectura es una falla tanto de la psicología como del diseño. Expresa, a través de los materiales, la misma tendencia que en otros ámbitos nos lleva a casarnos con la persona equivocada, a escoger trabajos que no nos convienen o a reservar vacaciones desastrosas: la tendencia a no entender quiénes somos y qué nos satisface”.
(La Arquitectura de la Felicidad, Alain de Botton)
Esa suerte de razonamiento ilógico por el que pasamos al momento de reflejar nuestros sentimientos en las acciones, me hace conectar La Arquitectura con esta película, que demuestra desde una desilusión amorosa, cómo es posible poseer una arquitectura interna, las cuales se evidencian al momento de enfrentarnos a diversas situaciones de la vida.
"Es en el dialogo con el dolor que muchas cosas bellas adquieren valor. Conocer el dolor se convierte en uno de los requisitos esenciales para apreciar la arquitectura. Sin prescindir de todos los otros factores, tal vez debemos estar un poco tristes para que los edificios puedan realmente conmovernos."
(Alain de Botton, The Architecture of happiness)
En este caso, dejo con ustedes la escena donde el protagonista modifica este patrón, interviene arquitectónicamente su vida al darse cuenta de que se encontraba enfrascado en un tiempo y espacio poco productivo, ilógico y carente de cualquier tipo de belleza, toma consciencia de su mal funcionamiento -afectivo en este caso, dada su desdicha amorosa-, pone en marcha un plan de acción cual proyecto, con un fin único de superación y mejoramiento a través de su pasión: La Arquitectura.
"Se nos hace un nudo en la garganta cuando miramos la belleza, porque sabemos implícitamente que la felicidad de la que nos habla sólo aparece excepcionalmente”.
(Alain de Botton, The Architecture of happiness)
Un nuevo proyecto de vida, un simple pero gran nuevo proyecto, como de los hechos cualquier día, pero este día, retomaría su vida...
"La mayoría de los días del año son corrientes. Comienzan y terminan sin permanecer en la memoria del tiempo. La mayoría de los días no afectan al curso de tu vida. El 23 de Mayo fue Miércoles."
Me encantó esa película. Una de mis preferidas :)
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